La
imagen que he seleccionado como parte de mi realidad es la siguiente:
En ella me
encuentro realizando un autorretrato frente a la fachada de cristal curvada de
un edificio, casi anocheciendo, y muestra varias perspectivas, aunque todas
tomadas en el mismo instante y en la misma fotografía (mirada estética).
Me
gusta especialmente la contraposición entre el plano superior, con un azul
metálico, la parte central, en la que se acumula la luz artificial, y la parte
inferior, en la que se proyectan las sombras. Pero lo más interesante que creo
representa la fotografía es la diversidad de puntos de vista, todos diferentes,
como nuestras emociones, pero mostrando una única realidad, que una vez
procesada por nuestro cerebro, facilita la comprensión del mundo, el tiempo en
que una persona, cámara en ristre, atrapa el momento justo que se convertirá en
un recuerdo en la memoria.
Creo
que la imagen podemos utilizarla como metáfora del aprendizaje experiencial
pues provoca, en una visión inicial, una sensación de incomprensión, hasta que,
guiados por el docente, somos capaces de analizar la realidad y comprenderla;
en ese proceso, aprehendemos el mundo y forma parte de nosotros mismos, de
nuestras experiencias y de nuestros recuerdos (mirada crítica).
En
cierto modo el mooc sobre neurociencia que estoy finalizando ha seguido ese
proceso. Al comienzo del mismo te sientes expectante, quieres comprender y,
justo en ese momento, aparecen los retos, que nos trastocan hasta que,
rebuscando en tus recuerdos, conocimientos, observando lo que hacen otros,
afrontas el mismo, intentando sintetizar en él, lo que has aprendido. Después
te queda la reflexión, comparas con tu práctica y asumes que se pueden hacer
las cosas de otra manera. En ese momento es cuando adquiere sentido el
aprendizaje, la formación. Y te sientes satisfecho porque eres consciente que
tendrás una nueva oportunidad de mejorar, de hacer las cosas un poco mejor (mirada
afectiva).
Inicié
el primer reto rescatando mi avatar de campaña y necesité de una gran dosis de
capacidad de síntesis para incluir en él cuatro obras musicales, aunque solo
nos pedían una, tarea imposible para mí, cuya BSO está repleta de canciones y
sentimientos. Por eso, a veces, desconecto el aparato reproductor y abro la
ventana para escuchar a los gorriones, los mirlos y las golondrinas, cuando
llega la época y se posan en la antena de televisión.
El
segundo reto logré plasmar en una infografía consejos para una educación
afectiva. Utilicé para ello Genially, que se ha convertido en mi herramienta
favorita, y realicé un análisis amplio sobre este tema.
En
el tercer reto conseguí plasmar, también en una infografía, una dinámica de
grupo, fruto de la experimentación y continua reformulación de varias dinámicas,
para utilizar los debates en clase.
Por
último, en el cuarto reto, logré hacer una recapitulación de medidas de gestión
del aula, que me ayudó a reflexionar sobre pequeñas acciones que pueden mejorar
el aula de una forma muy sencilla.
En
todos los casos he intentado siempre realizar una reflexión que he añadido a la
entrada de mi diario de aprendizaje, pues creo que es el mejor camino para
aprender y hacer un uso adecuado de los recursos educativos.
El
fruto de este trabajo lo he publicado en Twitter, que es la red social que
utilizo para ello. A este respecto he de señalar que hago un uso limitado por
dos motivos; el primero es que parte del tiempo que puedo usarlo es dentro de
clase y me niego a utilizar dichas redes en clase, pues el tiempo de la misma
es en exclusiva para mis alumnos y alumnas, máxime cuando en algunos centros
les tenemos prohibido el uso al alumnado; en segundo lugar, porque, aunque
quiero estar conectado y reconozco su utilidad, quiero ser yo quien controle el
tiempo de uso, de tal manera que he socializado en las redes de forma regular
como actividad de aprendizaje y he buscado información complementaria. En este
sentido he de resaltar las aportaciones de otros compañeros y compañeras que,
en multitud de ocasiones, te ofrecen una perspectiva diferente a lo que
planteamos y que son la espoleta del inicio del proceso creativo.