Recientemente
se ha presentado en mi actual centro un Plan Lector para el alumnado. Hemos de
tener en cuenta que, en Andalucía, la normativa indica que “…en la Educación
Secundaria Obligatoria las programaciones didácticas de todas las áreas,
materias o, en su caso, ámbitos incluirán estrategias y actividades en las que
el alumnado deberá leer, escribir y expresarse de forma oral…” y que “… los
centros de Educación Secundaria Obligatoria deberán garantizar en la práctica
docente de todas las materias, actuaciones encaminadas a adquirir las
competencias referidas a la lectura y expresión escrita y oral….” Por otra
parte, “… se procurará, además, el uso de diferentes tipos de textos continuos
y discontinuos, tanto de carácter literario como periodístico, divulgativo o
científico, adecuados a la edad del alumnado”.
En
la práctica diaria los textos discontinuos se trabajan de forma normalizada,
muchos de ellos incluidos en los propios libros de texto, pero muchos otros
como aportaciones del profesorado, especialmente los textos periodísticos, por
estar conectados con la actualidad o por divulgar, en el caso de la Historia,
de una forma muy visual, por ejemplo con revistas como National Geographic o
Muy Historia.
La
problemática surge con los textos continuos, especialmente con libros
divulgativos o científicos, porque es probable que no haya suficientes
ejemplares en el Departamento o la Biblioteca escolar para que todo el alumnado
pueda hacer una lectura compartida, aunque pueden secuenciarse a lo largo del
curso para que todo el alumnado pueda hacer uso de colecciones como Biblioteca
Básica de Historia de la editorial Anaya, recientemente actualizada, de forma
individual.
La
variedad editorial es tan grande que difícilmente podremos estar al día de las
novedades, pues siempre surgirán textos adaptados a la edad de nuestro alumnado
que pueden ser una excelente oportunidad para afianzar o ampliar contenidos.
Lo
importante es, en este sentido, desde mi perspectiva didáctica, ofrecer al
alumnado una relación de títulos disponibles tanto de la Biblioteca escolar
como de la Biblioteca Pública Municipal, teniendo en cuenta que, una vez
secuenciados por niveles, es cuestión de actualizarla con las nuevas
adquisiciones, tarea que ya no requerirá tanta inversión de tiempo.
Otro
tipo de textos continuos disponibles en las bibliotecas más cercanas a nuestro
alumnado son las novelas históricas. Al respecto he de reseñar el libro del
profesor Miguel Ángel Sandoya, Motivar
con novelas históricas juveniles en Secundaria, en el que expone que una
“novela histórica juvenil (NHJ) es aquella que ambienta su trama en un contexto
histórico determinado y está dirigida a un público que se está iniciando en la
lectura… y que tiene como finalidad que los alumnos conozcan cómo vivieron las
gentes de otras épocas y algunos acontecimientos históricos significativos…”
Además
de citar las ventajas de la lectura de este tipo de textos, añade que las
novelas históricas suponen, en el ámbito de la materia de Geografía e Historia,
la posibilidad de que “…se amplía el conocimiento de datos, acontecimientos o
personajes históricos,… facilitan la adquisición de un vocabulario específico,…
acercan a nuestros alumnos al conocimiento de costumbres y valores diferentes a
los que poseemos hoy… e irán adquiriendo una memoria histórica y un sentido de
pertenencia necesarios para un buen desarrollo de la personalidad… al mismo
tiempo, el conocimiento de la historia mejora la comprensión del mundo actual…”
El
principal problema que se plantea, a la hora de materializar el Plan lector en
la materia de Geografía e Historia, vuelve a ser el de contar con suficientes
ejemplares de un mismo título para todos, lo que supone disponer de unos 25 a
30 ejemplares a la vez, algo no imposible pero sí bastante problemático, teniendo
en cuenta que no se puede solicitar material extra al alumnado. La otra opción
es dejar libertad al alumnado para elegir entre una lista propuesta de lecturas
recomendadas.
Ambas
opciones pueden compatibilizarse aunque, desde el punto de vista de la
evaluación, disponer de un título común para todo el grupo facilita este
proceso. Pero habremos de preguntarnos si lo que estamos evaluando es una
lectura o estamos fomentando la lectura entre nuestro alumnos y alumnas. Yo me
decanto por lo segundo y por eso soy partidario de ofrecer un listado de
lecturas recomendadas por niveles al alumnado y que ellos decidan libremente en
función de sus intereses y motivaciones, aunque con la obligatoriedad de
realizar una lectura al trimestre.
En
este sentido, el libro de Miguel Ángel Sandoya puede ser interesante, pues
incluye un amplio listado de lecturas por épocas históricas además de un
listado de 25 novelas con los datos bibliográficos de las novelas, unas
palabras clave, un resumen, un comentario sobre la lectura y actividades sobre
la misma.
Siguiendo
esa línea, vamos a comenzar un nuevo proyecto, Crono-relatos para Historia y
Geo-relatos para Geografía, que tiene como objetivo crear un listado de
lecturas por niveles en la materia de Geografía e Historia lo más amplio
posible, y disponer de una base de recursos sobre estas lecturas que faciliten
la evaluación. Dicha evaluación se basará en la cumplimentación de una ficha de
lectura por parte del alumnado y una pequeña entrevista oral. No se trata tanto
de comprobar que el alumnado se ha leído el libro, que es muy importante, sino
que la entrevista sea una oportunidad para comentar la lectura y relacionarla
con la materia, aunque a la vez implique un conocimiento mínimo del argumento
de la misma por parte del profesorado.
Para
consultar el listado de libros por niveles disponible en la Biblioteca escolar
del IES consultar las etiquetas Crono-relatos 1º de ESO, Crono-relatos 2º de
ESO, Geo-relatos 3º de ESO y Crono-relatos 4º de ESO
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