Tal vez este texto nos ayude a entender la esencia del artículo que enlazamos a continuación.
"La Ética de Demócrito está centrada en la noción de buen ánimo, que constituye el supremo bien y coincide con la felicidad. El buen ánimo es un estado anímico de serenidad, equilibrio, optimismo, buen humor, firmeza de carácter, buena voluntad y ausencia de temor y de envidia.
El fin supremo es el buen ánimo, [...] que es el estado en que el alma está serena y equilibrada, porque no la perturba ningún temor, ni el miedo a los dioses ni ninguna otra afección. El buen ánimo es el sumo bien, mientras que las aflicciones son la medida del mal"
¿Cómo conseguir el supremo bien de la vida, el buen ánimo? Para ello hay que actuar con moderación y medida, no buscando excesivas riquezas, ni placeres, ni lujos. Para evitar la envidia y la ambición conviene no pensar en los que tienen más que nosotros, sino solo en los que tienen menos y viven peor" (J. Mosterín, La Hélade, pag. 202).
Artículo del diario Público sobre César Bona del día 27 de noviembre de 2015 , aquí.
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