sábado, 27 de abril de 2019

Reto 4: - ansiedad → + autoestima


El aula es un micromundo que representa a escala nuestra sociedad. En ella interactúan dos agentes principales, profesorado y alumnado, aunque a ellos se suma el Estado, a través de los equipos directivos y la inspección educativa, padres y madres y la familia extendida, los círculos de amistades del alumnado, los medios de comunicación, las nuevas tecnologías, etc. Cada uno de estos agentes está en continua interacción y evolución, pero cuando cerramos la puerta del aula, o la dejamos abierta, igual da, la interacción se concentra en un espacio reducido. Y siempre hemos pensado que los roles de los dos agentes principales, profesorado y alumnado, estaban muy claros aunque, como en todas las relaciones que hemos indicado anteriormente, están cambiando. Puede que no seamos conscientes de que esa relación entre profesorado y alumnado también lo está haciendo y mantengamos una relación de roles caduca, lo cual genera más ansiedad en ambos colectivos.

En una sociedad más democrática en la que las nuevas tecnologías tienen un papel cada vez más destacado, el rol del profesor debe dirigirse a liderar, guiar, mostrar ejemplos, ofrecer alternativas, promocionar la capacidad crítica, ofrecer procedimientos de evaluación objetivos y ejercer la evaluación de forma positiva, ofreciendo siempre una opción de mejora. El rol del alumnado también ha cambiado aunque menos, pues se basa en el aprendizaje; el cambio más significativo se ha producido en el cómo se aprende.

Y esta interacción genera una relación conflictiva, no seamos ingenuos. La realidad del aula no es una burbuja aislada del mundo. Los alumnos vienen a ella con sus problemas familiares y existenciales, entre otros; y los profesores igual, no son entes ajenos a la realidad de una vida cambiante, de una existencia cotidiana llena de situaciones problemáticas. Sin embargo, y por eso decía lo de cerrar la puerta, cuando cerramos la puerta del aula, podemos modelar un universo, que teniendo en cuenta siempre la realidad que nos rodea, tenga como fin primordial el aprendizaje, a partir de unas relaciones entre alumnado y profesorado basadas en los nuevos roles de ambos, con unas reglas pactadas y que se cumplan. Estas reglas no son ajenas a la sociedad en la que vivimos, ni pueden ser ajenas tampoco a la ley educativa, pero sí que deben tener en cuenta la especificidad del alumnado de un aula concreta, a través del diálogo, el debate y el consenso. Por eso propongo estas medidas de gestión del aula que pueden minimizar la ansiedad de ambos colectivos.

Gestión de clases: antes
Gestión de clases: ahora
·         Imposición de fechas sin tener en cuenta el calendario del alumnado
·         Imponer normas en la clase
·         Imponer la autoridad pedagógica
·         Ser el centro de atención de la clase
·         Centrar la clase en los contenidos
·         Trabajo individual o trabajo en grupos
·         Centrarse en procedimientos establecidos de evaluación
·         Consenso sobre fechas de entrega de trabajos
·         Consensuar normas internas de la clase
·         Ofrecer experiencia pedagógica
·         Dejar el centro de atención de la clase al alumnado
·         Centrar la clase en hacer algo con los contenidos
·         Fomentar el trabajo en grupos cooperativos
·         Fomentar la evaluación del proceso de enseñanza y aprendizaje por parte del alumnado
Reducir la ansiedad: antes
Reducir la ansiedad: ahora
·         Valoración en negativo: destacar los aspectos inadecuados, erróneos o que faltan.
·         Atender todas las demandas del alumnado que los requería
·         Tender a las comparaciones
·         No ser conscientes de la pocas habilidades de cierto alumnado para expresar sugerencias
·         Valoración en positivo: destacar los aciertos, lo positivo y lo incluido en la prueba.
·         Atender todas las demandas de todo el alumnado
·         No realizar comparaciones
·         Realizar aportaciones anónimas que fomenten la participación del alumnado en un tema concreto de clase.








Al respecto podría narrar una experiencia de hace algún tiempo. Cuando evaluaba al alumnado con una prueba escrita, diseñaba una prueba que recogía estrictamente lo que la legislación indicaba. En una ocasión, una alumna, a través de su madre, que era integrante del Consejo escolar, realizó un comentario sobre la cantidad de exámenes que se acumulaban al final del trimestre en todas las materias y el estrés que les generaba al alumnado. Este comentario se llevó a un claustro y entre todos los miembros del mismo realizamos una serie de propuestas para mejorar esta problemática. No obstante, cuando lo comenté en clase, la alumna que había iniciado tal debate me sugirió que los exámenes eran muy largos y que ella necesitaba más tiempo o que fuesen más cortos. Realmente era una alumna que podía obtener la máxima nota, pero la limitación de tiempo generaba en ella tal situación de ansiedad que no podía mostrar todo el fruto de su trabajo y esfuerzo. Del diálogo con esta alumna y del resto del alumnado y de la reflexión posterior surgió una de las medidas que he incluido en la tabla para gestionar el nivel de ansiedad y fortalecer la autoestima en el aula pues realmente, si el alumnado se siente escuchado y observa mejoras en relación a lo que plantea, sube su nivel de autoestima y está más predispuesto a aceptar las normas de clase.

En cuanto a nivel de ansiedad, una de las cuestiones que más genera ansiedad en cierto tipo de alumnado es no tener la habilidad para expresar sus ideas, pensamientos, sugerencias, etc. En este sentido, aunque promovamos la participación, siempre suele haber un grupo de alumnos, tal vez uno o dos como mucho, introvertidos, a los que les cuesta expresarse en público; pues bien, una técnica para evitar esta situación consiste en expresarse de forma anónima a través de un escrito sobre un asunto concreto que establezcamos. Posteriormente se puede pasar al debate y la votación para elegir las sugerencias que se han realizado.

domingo, 21 de abril de 2019

Reto 3: una experiencia docente del aula como espacio de socialización

Las dinámicas de grupo son un subsistema del universo pedagógico. Existe catálogo de dinámicas en función de los objetivos, los materiales, los participantes y todas aquellas variables que queramos utilizar y son un procedimiento perfecto para interactuar en el aula y socializarse. 

En la unidad 3 del curso Neuroeducación: emoción, memoria y aprendizaje hemos podido tratar, además, como estas dinámicas deben asociarse a factores como la aceptación y la empatía y es labor del profesorado, saber conocerlas, seleccionarlas o adaptarlas, en su caso, para su uso en clase. 

Una de las características de las dinámicas de grupo es que deben asociarse a factores que propicien la aceptación del alumnado y la empatía, así como favorecer la participación de todos y la cohesión del grupo. 




En esta entrada he incluido una serie de actividades, que yo he denominado El muro, que incluyen varias dinámicas de grupo que pueden utilizarse para preparar un debate sobre un tema de la materia de Geografía e Historia. Con estas actividades podremos determinar el grado de consecución del criterio de evaluación que dice textualmente, "Participar en debates, en el que se haya recopilado informaciones, por medio de las tecnologías de la información y la comunicación, sobre problemáticas económicas, sociales y políticas del mundo actual comparándolas con la situación existente en Andalucía, y realizar estudios de caso, utilizando para ello las tecnologías de la información y la comunicación, sobre la interrelación entre conflictos sociales y políticos y las diversas formas de discriminación, subrayando las posibles soluciones y vías de acuerdo para dichos conflictos." 

Además, los debates contribuyen a la adquisición de la competencia lingüística, especialmente, y la competencias sociales y cívicas y la de aprender a aprender. 

Puedo citar por experiencia que los debates, bien organizados, pueden ser de gran utilidad, pero que requieren una preparación previa concienzuda porque, una vez iniciado, puede darse las circunstancia de que parte del alumnado no participe, con lo que, la evaluación de esta actividad quede incompleta. 

La ventaja, por tanto, de esta experiencia que yo incluyo, es la de ser un primer paso en la preparación de un debate puesto que favorece la participación de todo el alumnado. 

sábado, 13 de abril de 2019

Reto unidad 2: consejos para una comunicación afectiva

La comunicación afectiva es una parte de la teoría de la confirmación por la que se pueden analizar y reconocer patrones de conductas en la relación alumnado/profesorado. Es un proceso por el cual logramos que nuestro alumnado se sienta aceptado y valorado y que influirá decisivamentae en la mejora de los resultados en el aula gracias, a una comunicación fluida, centrada en el cómo se aprende, en la participación y colaboración del alumnado. 

Hemos preparado una infografía en la que explicamos de forma breve algunos consejos para mejorar nuestra comunicación afectiva.



Es un hecho comprobado que el alumnado obtiene mejores resultados en un ambiente emocionalmente positivo. Aunque no vamos a desarrollar el papel de las emociones en el aprendizaje, en relación al ambiente sí señalaremos que juegan un importante papel las neuronas espejo, capaces de provocarnos conductas de imitación y desarrollar toda una serie de habilidades con importantes implicaciones pedagógicas (reprobación afectuosa, entusiasmo por la materia, seguridad en el proceso de aprendizaje), que ayudan a fortalecer la identidad y la confianza del alumnado en su capacidad de aprender. 

En este sentido, el cómo se comunica el docente y cómo promueve la interacción, fruto de una buena planificación y de la generación de buenos materiales, fomentará la participación activa y creativa del alumnado. 

El alumnado experimentará un sentimiento de confirmación cuando los docentes seamos capaces de transmitir confianza en sus capacidades para aprender, cuando hacemos comentarios constructivos, les escuchamos y les sonreímos y mantenemos un contacto visual por el que ellos sienten que mostramos interés por ellos como personas. 

De ahí la importancia del lenguaje, tanto verbal como no verbal, de no estar serios, de alejarse de la pizarra, que suele estar junto a la mesa del docente,para acercarnos a ellos con una expresión anímica positiva. Cuidaremos el uso de las palabras, incluso al corregir, para que la corrección se convierta en una posibilidad para mejorar. 

No olvidemos la escucha, que debiera ser activa, para favorecer su interés y su confianza en el aula, así como mantener un contacto visual que les haga sentir reconocidos y les dé seguridad, usando gestos complementarios a la explicaciones que refuercen los mensajes, haciéndolos más compresibles. 

Todas estas estrategias favorecerán un ambiente de clase positivo y nos ayudarán a controlar mejor la clase. Por otra parte, la utilización del trabajo cooperativo canalizará aquellas situaciones en las que surjan sentimientos negativos y el clima emocional positivo se vea rebajado.

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Nuestra experiencia docente nos muestra que la teoría de la confirmación, independientemente de la terminología utilizada, es la clave del desarrollo de una clase de forma agradable y efectiva. 

En alguna ocasión hemos comprobado que la clase fluye de una forma increíble; pues bien, la teoría de la confirmación nos proporciona un marco teórico para comprender esta dinámica que, por otra parte, es completamente lógica y razonable; o acaso, cuando nosotros asistimos a un curso, a unas jornadas o un taller, ¿nos gusta que nos tengan en cuenta, sean atendidas nuestras preguntas y nos den una respuesta adecuada? Pues a los alumnos y alumnas les ocurre igual, más aún, al estar en proceso de formación de su inteligencia ejecutiva, necesitan referentes claros y en la clase, el referente por excelencia es el docente. 

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Para saber más:

  • sobre neuronas espejo, artículo de Investigación y ciencia, aquí
  • sobre la escucha activa, página web Escucha activa, aquí


sábado, 6 de abril de 2019

¿Mi identidad?

Hola, mi nombre es Juan José. Soy profesor de Enseñanza Secundaria, en concreto de la especialidad de Geografía e Historia.

El pasado verano comencé a leer libros sobre neurociencia pues estaba interesado en conocer las bases neuronales del aprendizaje. He aprendido bastante de este tema, pero también de otros relacionados con esta materia científica. Sigo interesado en conocer más sobre como aprendemos y esa es mi motivación fundamental para realizar el MOOC del INTEF NeuroEducación: emoción, memoria y aprendizaje.

Este es mi avatar:


Lo llevo utilizando mucho tiempo y me identifico bastante con él, pues siempre me ha interesado la relación de las poblaciones indígenas con la naturaleza.

En cuanto a la música que me puede representar es para mí un serio problema, pues me gusta todo tipo de música y me resulta muy complicado elegir una, así que pondré varias.

La primera está relacionada con mi juventud y es un pequeño homenaje al cantante, que nos ha dejado hace poco tiempo.


La segunda es parte de la banda sonara de la película HOME y me encanta.


Y por último: