La comunicación afectiva es una parte de la teoría de la confirmación por la que se pueden analizar y reconocer patrones de conductas en la relación alumnado/profesorado. Es un proceso por el cual logramos que nuestro alumnado se sienta aceptado y valorado y que influirá decisivamentae en la mejora de los resultados en el aula gracias, a una comunicación fluida, centrada en el cómo se aprende, en la participación y colaboración del alumnado.
Hemos preparado una infografía en la que explicamos de forma breve algunos consejos para mejorar nuestra comunicación afectiva.
Es un hecho comprobado que el alumnado obtiene mejores resultados en un ambiente emocionalmente positivo. Aunque no vamos a desarrollar el papel de las emociones en el aprendizaje, en relación al ambiente sí señalaremos que juegan un importante papel las neuronas espejo, capaces de provocarnos conductas de imitación y desarrollar toda una serie de habilidades con importantes implicaciones pedagógicas (reprobación afectuosa, entusiasmo por la materia, seguridad en el proceso de aprendizaje), que ayudan a fortalecer la identidad y la confianza del alumnado en su capacidad de aprender.
En este sentido, el cómo se comunica el docente y cómo promueve la interacción, fruto de una buena planificación y de la generación de buenos materiales, fomentará la participación activa y creativa del alumnado.
El alumnado experimentará un sentimiento de confirmación cuando los docentes seamos capaces de transmitir confianza en sus capacidades para aprender, cuando hacemos comentarios constructivos, les escuchamos y les sonreímos y mantenemos un contacto visual por el que ellos sienten que mostramos interés por ellos como personas.
De ahí la importancia del lenguaje, tanto verbal como no verbal, de no estar serios, de alejarse de la pizarra, que suele estar junto a la mesa del docente,para acercarnos a ellos con una expresión anímica positiva. Cuidaremos el uso de las palabras, incluso al corregir, para que la corrección se convierta en una posibilidad para mejorar.
No olvidemos la escucha, que debiera ser activa, para favorecer su interés y su confianza en el aula, así como mantener un contacto visual que les haga sentir reconocidos y les dé seguridad, usando gestos complementarios a la explicaciones que refuercen los mensajes, haciéndolos más compresibles.
Todas estas estrategias favorecerán un ambiente de clase positivo y nos ayudarán a controlar mejor la clase. Por otra parte, la utilización del trabajo cooperativo canalizará aquellas situaciones en las que surjan sentimientos negativos y el clima emocional positivo se vea rebajado.
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Nuestra experiencia docente nos muestra que la teoría de la confirmación, independientemente de la terminología utilizada, es la clave del desarrollo de una clase de forma agradable y efectiva.
En alguna ocasión hemos comprobado que la clase fluye de una forma increíble; pues bien, la teoría de la confirmación nos proporciona un marco teórico para comprender esta dinámica que, por otra parte, es completamente lógica y razonable; o acaso, cuando nosotros asistimos a un curso, a unas jornadas o un taller, ¿nos gusta que nos tengan en cuenta, sean atendidas nuestras preguntas y nos den una respuesta adecuada? Pues a los alumnos y alumnas les ocurre igual, más aún, al estar en proceso de formación de su inteligencia ejecutiva, necesitan referentes claros y en la clase, el referente por excelencia es el docente.
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Para saber más:
- sobre neuronas espejo, artículo de Investigación y ciencia, aquí.
- sobre la escucha activa, página web Escucha activa, aquí.
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